Gn 43.1-15 - "Volviendo a confiar en la Providencia de Jehová que lleva a Cristo." - Serie Génesis No. 93
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Cuando pasamos momentos difíciles y oscuros en nuestra vida podemos obrar realmente muy mal. A veces hasta podemos involucrar en nuestras malas decisiones a nuestros hijos y familia. Muchas veces vamos a alejar de la fe a nuestra familia. ¿Realmente no hay nada más que hacer en tiempos difíciles que entregarnos a las consecuencias negativas del temor y el dolor? La Biblia va a mostrar que SÍ y que podemos volver a la Fe en el Señor.
El título del mensaje de hoy es: “Volviendo a confiar en la Providencia de Jehová que lleva a Cristo”. Y está basada en Génesis 43.1-15.
EXÉGESIS 43.1-15
EXÉGESIS 43.1-15
Resumen:
José está en Egipto. No lo saben sus hermanos, pero los ha enviado nuevamente a casa para que traigan a su hermano Benjamín. Esa será la prueba de que estos hombres han cambiado. José ha tomado a Simeón como prisionero y Jacob al saber esto, ha entrado una vez más en depresión y no está dispuesto a enviar a Benjamín. El tiempo ha pasado y la historia sigue.
1 El hambre era grande en la tierra;
Este versículo nos devuelve al contexto histórico en el cuál tiene lugar esta narración. Había una hambruna grande en la tierra y esta iba agravándose mucho más. La actividad agrícola era la principal y se estaba haciendo difícil en toda la tierra. Eran en total siete años de escasez y hambruna después de siete años de abundancia. Este periodo no era resultado de la casualidad o tan solo de la naturaleza. Dios en sus planes providenciales que van más allá del entendimiento humano había permitido que esto acontezca sobre las familias de la tierra porque tenía propósitos especiales.
2 y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
¡Este versículo es alarmante!
“..y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto..” - Esto quiere decir que Jacob, el padre de 12 hijos, había permitido que uno de ellos, Simeón, estuviese encarcelado por probablemente algunos meses en Egipto. Jacob con dolor se había resignado a que su hijo esté preso pero no iba a exponer a riesgo al hijo menor Benjamín. El gobernador de Egipto, quien es José, había pedido a los viajeros que regresen con el hermano menor para confirmar que no eran espías y que sí eran hombres honestos. Y realmente escuchar las palabras de Jacob es alarmante porque Jacob es un padre que no hace el esfuerzo suficiente para rescatar a uno de sus hijos que estaba en la cárcel. El hijo no estaba preso por algo indebido, sino que estaba esperando que regrese su familia con pruebas que mostraban que eran inocentes. Pero el padre no se inmuta ante esta situación. Claramente Jacob está es uno de esos momentos de debilidad en la fe y sus acciones también son de acuerdo a un oscuro momento en su vida.
Jacob había perdido ya un hijo, a José, quien era su amado y favorito hijo. Y no estaba dispuesto a perder a Benjamín, ahora favorito, hermano menor de José. Ellos dos eran hijos de Raquel, la esposa que amó Jacob y entonces, Simeón, también hijo, lleva tiempo en la cárcel y parece que su familia y sobre todo el padre no irá en rescate de él. Es difícil hacer una evaluación de Jacob. Él es anciano, podría ser el argumento de alguien, pero no se trata de edad para nada, sino se trata de que Jacob se ha enfriado en la fe y esperanza en Dios quién le había hecho promesas y que siempre había estado con él. Jacob está en un momento en que no puede percibir nada de esto.
Vienen frases más frías que describen el duro momento:
“..les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.” - Esta frase es fuerte, dolorosa e incomprensible. El motivo para ir a Egipto es la falta de comida más no la falta del hijo, que ha quedado prisionero.
Debemos aclarar un poco el contexto de lo que ha estado ocurriendo:
Jacob no es que no ama a su hijo Simeón que es prisionero en Egipto, sino que ama con favoritismo a otro hijo que es Benjamín por encima de Simeón. De tal forma que, afectado por el dolor de perder a su hijo José hace más de 20 años, no quiere salvar a Simeón por el riesgo que representaba enviar a su hijo Benjamín a Egipto. Jacob ha sido un gran hombre de fe, pero aún los grandes hombres requieren de extraordinaria transformación y renovación total, que solo viene de Dios. Jacob nunca pudo en vida y siempre fue su debilidad el tema de las preferencias. Las malas decisiones en su vida le habían llevado a generar preferencias en cuanto a sus esposas y ahora en cuanto a sus hijos.
Jacob acaba de pedir a sus hermanos que vuelvan a ir a Egipto por comida.
3 Respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
De entre todos los hermanos, sobresale uno que es Judá. No es el mayor, es el cuarto en la lista y en acciones como estas siempre sobresalía de sus hermanos. Judá recalca a su padre Jacob que el gobernador de Egipto les hizo una clara advertencia: “No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.” - Lo que está diciendo Judá a su padre es que no pueden regresar, que no van a ser recibidos y menos podrán comprar víveres. Si regresan sin su hermano menor Benjamín, que es la prueba de que ellos decían la verdad, entonces sus vidas estaban en peligro y no solamente no traerían alimento sino que todos ellos podrían perder la vida o ser esclavos en Egipto. Sin Benjamín serían considerados espías y el castigo era bastante severo.
Continúa Judá:
4 Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento.
Judá insiste en que la única forma de ir a Egipto por alimento es con Benjamín, el ahora, hijo más amado de Jacob.
Jacob tendría que desprenderse de lo que más amaba para la supervivencia de toda su casa. Esto es lo inquietante. Es como una balanza. Nada hay en la mente de Jacob que pueda pesar más en su corazón que el amor y cuidado por Benjamín, ni aún la vida de los otros hijos y sus familias.
¿Será que nosotros también tenemos pesos o favoritismos en nuestro corazón que nos hacen perder el juicio muchas veces?
“Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento” - Se ve por primera vez firmeza en uno de los hijos. Saben que aquel egipcio gobernador no estaba abierto a juegos, sus palabras habrían sido bastante serias; entonces, ellos no volverán a Egipto para morir, se requiere de la reflexión y cambio de parecer del padre.
5 Pero si no le enviares, no descenderemos; porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.
Las palabras de Judá son una llamada a reflexionar a su padre sobre lo que estaba aconteciendo. Nuevamente insiste con la misma frase del gobernador: “..No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros.”
6 Dijo entonces Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?
Jacob acaba de revelar lo que guardaba en su corazón y no había podido expresarlo hasta este momento. Jacob acusa a sus hijos de ser los culpables por el mal generado. Según Jacob ellos habían sido imprudentes al decir que tenían un hermano menor y entonces habían puesto en riesgo a Benjamín y potencialmente ante su pérdida en tristeza a Jacob.
Sin embargo, rasgos o pequeñas luces de cambio en los hermanos u honestidad en ellos empiezan a verse en esta porción. Los hermanos habían sido honestos en su declaración a José. Probablemente al desconocer que José estaba delante de ellos como gobernador, si hubiesen dicho que no existía Benjamín o que él no estaba en casa, podría haber generado rápidamente el juicio sobre los hermanos al dudar José del bienestar de su hermano Benjamín. Los hijos de Jacob habían hecho lo correcto.
Jacob hasta este momento se ha comportado bastante mal, hay claro favoritismo por un hijo, pero más que todo, no se observa fe en el Señor de que él podría cuidar a su hijo Benjamín, y en realidad a todos sus hijos, porque ellos eran la promesa del pueblo que Dios estaba conformando. No hay pistas de esa fe en este tiempo en la vida de Jacob.
7 Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras. ¿Acaso podíamos saber que él nos diría: Haced venir a vuestro hermano?
El gobernador egipcio tenía un interés bastante especial en saber sobre ellos, sobre el padre y sobre el hermano menor Benjamín. Había hecho muchas preguntas para llevarlos a decir la verdad y así conocer el estado de su familia. Ninguno de ellos hubiese pensado que el gobernador de Egipto podría haberles pedido regresar con su hermano menor para verificar que sus palabras son honestas y que no son espías.
Tal vez este versículo es el más importante en esta porción. Puede ser el inicio para la reacción del frío Jacob.
“¿Acaso podíamos saber que él nos diría: Haced venir a vuestro hermano?” - Estas palabras de Judá serían absolutamente ciertas. Nadie podría saber qué cosas iban a suceder en favor o en peligro de la familia de Jacob. Tal vez, esto es lo que Jacob necesitaba escuchar. Él sí sabe, que los hombres no podían saber lo que iba a acontecer pero que sí lo sabía alguien y era el SEÑOR, Aquel que Jacob parecía haber dejado fuera en su dolor. Los hermanos no podían anticipar nada de lo que pasaría, Jacob mismo estaba en una situación de riesgo, pero si alguien había quien Sí sabía era el Señor de los Cielos. Realmente es difícil precisar cuál es el punto de quiebre de Jacob pero podría ser este versículo. Decimos esto porque la siguiente vez que veremos a Jacob, ya no lo veremos en la frialdad de la fe sino volviendo a confiar en la Providencia divina y volviendo a rendirse a Dios.
Jacob había llegado al límite de lo incierto, y entonces va a despertar nuevamente a la fe. Y es que a veces somos tan reacios a la Palabra de Dios que solo las situaciones que nos llevan al límite nos hacen despertar.
8 Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
Judá es un hombre que ahora muestra sabiduría, la que había estado tan distante de él y de todos sus hermanos. Hace más de 20 años Judá fue el que dijo: “¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte?” (Gn 37.26). Judá no quería que quitasen la vida a José pero no había sido lo suficientemente fuerte para enfrentarse a sus hermanos, sino que buscando una solución había propuesto deshacerse de él y generar un beneficio por su venta. ¡Cuán lejos estaba la sabiduría de Judá en aquel entonces!. Ahora, parece que Judá ha cambiado. Todo apunta a que los hermanos de José nunca pudieron descansar de sus conciencias y entonces sumado al sufrimiento de su padre, eran llevados al remordimiento y tal vez como lo esperaba José, esto había resultado en cambios en sus hermanos.
“..Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos..” - Judá esta vez es distinto. Se hace responsable por su hermano Benjamín. Y el argumento es de alta urgencia:
“.. a fin de que vivamos y no muramos nosotros, y tú y nuestros niños.” - Judá le está diciendo en palabras respetuosas a su padre que debe dejar de pensar en uno solo de sus hijos para pensar en la superviviencia de todos. No solo de sus hijos, sino de los nietos. Judá no está menospreciando la vida de Benjamín, sino está cuestionando que las acciones de su padre tampoco garantizaban la vida de Benjamín y de nadie en la familia, todos ellos igualmente morirían de hambre y Judá está pidiendo a su padre considerar el valor de todos.
Las palabras de Judá ahora son las de un hombre sabio. El hijo de deshonra, se ha convertido en un hijo más sabio y un día su padre Jacob, en el lecho de su muerte, va a recordar la fortaleza de Judá y lo decidido que es él, y va a bendecirlo de la manera más especial, aún más que a José y Benjamín.
Continúa Judá:
9 Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta. Si yo no te lo vuelvo a traer, y si no lo pongo delante de ti, seré para ti el culpable para siempre;
Judá está decidido a rescatar a su hermano Simeón, pero al mismo tiempo está decidido a resguardar con su vida a Benjamín, y con todo esto, estaría permitiendo que haya alimento en la casa de su padre y que sus pequeños y los hijos de todos no mueran.
¡Esto es extraordinario! Es distinto a la propuesta desmedida de Rubén, que había dicho, que si no devolvía a Benjamín, Jacob podía quitar la vida a dos de sus hijos. Esta propuesta no es así. Esta propuesta busca cuidar a todos los miembros de la familia. Esto no hicieron hace 20 años, descuidando y dañando a José, pero ahora Judá está dispuesto a hacerlo. ¿Y Saben? Será el amor de Judá por su padre y sus hermanos, de forma específica por Benjamín que finalmente van a conmover a José totalmente y a preservar la vida de toda la familia. Judá tendrá que estar a prueba más adelante y tendrá que confirmar que sí es alguien en quién valía la pena confiar.
Y finalmente Judá dice a su padre:
10 pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.
Y a veces hay versículos duros pero esto es parte de todo intento para la reacción de Jacob. Y va a funcionar. De manera cortés y respetuosa, pero bastante directa, Judá le está diciendo a su padre, que él es responsable de que no haya alimento en su casa. De que su temor incontrolable por no perder a Benjamín le estaba llevando a generar grandes perjuicios a toda la familia, incluyendo a Benjamín y a todos los nietos.
“..pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces..” - En otras palabras, el mensaje en el fondo es que Judá le está diciendo que el dolor a causa de la pérdida de José no le permitía velar por toda la familia y garantizar su supervivencia. Probablemente ya han pasado meses, Simeón está en la cárcel y ahora no hay alimentos. La situación es crítica y Jacob como padre no había sido de ayuda en todo esto y en su restricción de no enviar a Benjamín estaba poniendo en riesgo aún a los pequeños.
Y por fin, Jacob puede salir de ese momento de oscuridad:
11 Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
¡Jacob después de 20 años parece que está dispuesto a superar la dura situación que había vivido! El temor se había apoderado de él y la fe había disminuido. Ahora no será más así. Está decidido a enviar a Benjamín. Ya no se trata solo de Benjamín, de Simeón, y de los niños, se trata de la supervivencia del pueblo que Dios le ha dicho que iba a formar. En otras palabras, Jacob está levantando las manos para no controlar la situación y dejar que Dios sí lo haga.
“..tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos..” - Jacob ahora puede ver mejor. No solo está de acuerdo con enviar a Benjamín sino que pone toda su sabiduría e inteligencia para que el propósito pueda salir bien. Hay que llevar algún presente al gobernador de Egipto. Todo esfuerzo es importante para alcanzar gracia delante de sus ojos. Lo que no sabe es que el gobernador es José su propio hijo.
Están en tiempo de hambruna, lo que tienen es sumamente reducido pero es hora de retomar el camino de la fe. Aún se desprenden de las limitadas provisiones y está Jacob listo para encomendarse y descansar únicamente en las manos del Señor.
“..y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.” - Lo que produce la tierra de Canaán es únicamente el bálsamo (que es un compuesto medicinal aromático), la miel y nueces. Entonces, esto quiere decir que la mirra y almendras eran importadas, de tierras lejanas, movidas por mercaderes y así se constituían en obsequios preciosos que se podían dar a Faraón.
12 Y tomad en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación.
Jacob era un hombre honrado y honesto. Tenían que devolver el dinero que no le pertenecía. En tiempos de hambruna ese dinero hubiese sido muy favorable para ellos pero no tenía procedencia justa para Jacob. Por otro lado, deben tratar de limpiar la imagen de espías y también la de posibles ladrones.
“..doble cantidad de dinero..” - Debían devolver el dinero por el alimento de la primera compra y debían llevar para comprar nuevamente para otros meses de hambruna.
13 Tomad también a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón.
Jacob ha retomado el camino de la fe. No es un camino de emoción o sentimientos sino no dejaría ir a su hijo amado Benjamín. No puede resguardar a Benjamín más que la voluntad de Dios lo permita. Parece ahora entender todo esto. Es necesario ir por Simeón y es necesario ir por víveres para toda la familia. Tal vez ahora entiende que la superviviencia de su familia ni siquiera está en sus manos o decisiones sino en las del Señor.
Él había sido bendecido por Dios, había recibido un nombre nuevo “Israel” que traía propósitos nuevos y entonces está listo para enviar a su hijo delante de “aquel varón”.
14 Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.
Estas son hermosas palabras de fe. Es como ver el hermoso amanecer después de una larga tempestad en la noche. Este versículo es la salida de un periodo de oscuridad en la vida de Jacob.
“Y el Dios Ominipotente os dé misericordia delante de aquel varón..” - Dios había estado lejos para Jacob o al menos así se comportaba, pero ya no es así. Ahora Jacob invoca al Señor. Esto tendría que haberlo hecho mucho antes ya que los oídos de Dios siempre estuvieron cerca, pero finalmente nunca es tarde en vida para buscar al Señor.
Jacob pide por misericordia a Dios. Cuando sucede esto es que el hombre deja de confiar en sus propias manos para descansar en las del Señor. Rogar misericordia cuando es con sinceridad, siempre va acompañada de la humillación. Jacob se había encerrado en su dolor y esto estaba ocasionando severos daños a su familia pero también lo estaba apartando de ver cómo el plan de Dios se manifiesta de forma extraordinaria. Jacob había estaba enceguido a la Providencia de Dios. José su hijo le aguardaba en Egipto, aunque aún él no va a partir allá en esta ocasión. Y como Jacob ha pedido misericordia, entonces misericordia será lo que recibirá del cielo.
“..y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín.” - Jacob renovado en esperanza puede volver a poner sus ojos sobre todos sus hijos. Todos ellos serían parte de los planes y promesa de Dios, todos ellos y cada uno de ellos eran importante.
“..Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.” - Y esta es la expresión de fe. Y así como es de fe es también de alivio. Por fin Jacob puede descansar de sus temores. No es que ya no sentiría si algo le pasara a sus hijos, sino que ahora está diciendo que si es la Voluntad de Dios que pase algo, entonces, ¡que se haga Su Voluntad! La fe vuelve a fortalecerse en esta etapa, ya de anciano en Jacob. Si Dios le había prometido que iba a hacer una nación de sus hijos, entonces, aunque Jacob no podría entender cómo sería esto si estuviesen en peligro, prefiere dejar los detalles al Señor y confiar en Él.
Jacob ha dado un paso grande para ver y descansar en la providencia de Dios. José ya estaba encaminado en esto, se adelantó al padre, pero no era tarde para Jacob, así como no lo es tarde para ninguno de nosotros si confiamos en el Señor. Jesucristo debe venir de la casa de Jacob y Jacob acaba de dar un paso más para ver ese extraordinario cumplimiento en su familia.
15 Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doble cantidad de dinero, y a Benjamín; y se levantaron y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de José.
El viaje está encaminado. Este es un viaje de evidencias. El dinero o doble cantidad es evidencia de que son una familia honrada y que no son ladrones. Benjamín es evidencia de que ahora eran honestos y decían la verdad. Ellos no eran espías y presentarse en Egipto delante de José, también era evidencia de que estaban en una situación crítica ante la hambruna. Pero más allá de todo esto, había una evidencia más. Presentando a Benjamín era la prueba más grande de que hubo un cambio en la vida de estos hermanos. No habían lastimado a Benjamín como a José. José estaba buscando estos indicios en sus hermanos y esto serán buenas noticias.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Y aunque esta narración histórica es realmente tan emocionante por ahora debemos llegar hasta este versículo, pero te animamos a que puedas seguir adelante en estos días leyendo más sobre la Palabra del Señor.
Podemos aprender de Jacob lo siguiente para tener mucho cuidado:
Cuando el temor y el dolor llenan la vida del creyente más que la esperanza y la fe, entonces vas a distanciarte de ver los propósitos de Dios. En tiempos de tribulación podemos hallar verdadero consuelo en el Señor.
Cuando el temor y el dolor llenan la vida del creyente más que la esperanza y la fe, entonces vas a distanciarte de ver los propósitos de Dios. En tiempos de tribulación podemos hallar verdadero consuelo en el Señor.
Jacob estuvo muchos años en depresión. Aunque Las Escrituras no detallaron ese tiempo difícil para Jacob, sus obras daban evidencias cuando él era un anciano. Jacob vivía atemorizado por la vida de Benjamín y el dolor por la pérdida de José no había podido superarlo. José fue esclavo gran cantidad de años pero era libre en su corazón, en cambio, Jacob su padre no podía dejar de ser prisionero del dolor.
Lo triste de esto es que Jacob realmente se estaba privando de ver las maravillas de Dios, maravillas hechas en José y maravillas que podía hacer en la familia de Jacob.
No es novedad que el dolor cuando invade tu vida, te quita la esperanza del corazón. Muchas veces el temor y dolor ocupan el lugar que corresponde a la fe. Tal vez también has estado viviendo despojado de toda esperanza en tu vida. Pero hay esperanza en el Señor:
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
El Señor está dispuesto a tomar y cargar a aquel que está en dolor. Él como Padre que ama está dispuesto a consolar las lágrimas de sus hijos. No permitas que el dolor y el temor sean tu primera opción cuando tienes la posibilidad de ser consolado por el Señor. Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones y a través de ello aún podemos consolar a otros que están en tribulación.
Jacob está tan temeroso de enviar a su hijo a Egipto y retrasda su partida, cuando en Egipto está su hijo José esperando por abrazar a su padre también. Que el temor y el dolor no te priven de ver los planes maravillosos del Señor. En tiempos de tribulación podemos hallar verdadero consuelo en el Señor.
Una advertencia para los padres:
Los padres con desordenados favoritismos familiares y débiles en la fe pueden afectar y poner en gran riesgo a sus familias. Los hijos que sean sensatos y sabios buscarán que sus padres encuentren el camino a la esperanza y restauración.
Los padres con desordenados favoritismos familiares y débiles en la fe pueden afectar y poner en gran riesgo a sus familias. Los hijos que sean sensatos y sabios buscarán que sus padres encuentren el camino a la esperanza y restauración.
Jacob no se daba cuenta que su angustia y cuidado excesivo por Benjamín, le estaba llevando a perder a todo el resto de la familia, incluyedo a sus nietos. A veces los padres obramos olvidando que afectamos seriamente la vida de nuestros hijos. Los padres creyentes estamos llamados a cuidar de nuestros hijos, no a exponerlos a peligros. Los padres creyentes no podemos o no debemos entorpecer la dirección de la familia hacia la fe en el Señor.
Queridos padres, los hijos no solo tienen que luchar contra el mundo, contra Satanás y contra la propia carne, a veces hay grandes obstáculos para la fe y muchas veces estos son los padres. ¿En qué estamos lastimando a nuestros hijos? ¿Cómo nuestra falta de fe afecta a nuestros hijos o hijas? ¿Cómo la debilidad nuestra ha distanciado a nuestros hijos de los caminos del Señor? ¿Cuánto ha afectado el favoritismo en decisiones desproporcionadas para nuetras familias?
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Jacob no estaba haciendo esto cuando era anciano. No guardaba con diligencia su alma. Era presa del temor, debilidad, falta de fe, favoritismo. No podía enseñar a sus hijos en esta etapa de su vida acerca de la fe. Y muchas veces, nosotros nos apartamos más del Señor que nuestros hijos, ya sean pequeños o mayores, y luego nos preguntamos el por qué ellos no sirven al Señor.
Debemos retomar o renovar un compromiso como padres y madres delante del Señor, que vamos a cuidar a nuestros hijos en su camino y que en vez de ver una fe fría y débil, ellos van a ver a padres que esperan en el Señor aún en los momentos más terribles y difíciles que nos toquen vivir.
Una advertencia ahora para los hijos:
Hay hijos que van a hundir a sus padres en estos momentos de debilidad. No tendrán misericordia de sus padres en tiempos de angustia y aprovecharán para herirlos más. Hay cosas que podemos aprender de Judá:
Judá finalmente, fue un hombre sabio. Llamó con firmeza y fortaleza a su padre a obrar prudentemente ante el riesgo en la familia. Judá utilizó de sabiduría para hablar con su padre y lo hizo con el temor de un hijo que se sujeta al padre. Pero Judá, se ofreció como garantía de que Jacob podía confiar plenamente en él para cuidar de Benjamín. Judá no es solamente un hijo que llama a reflexión a su padre, sino que está dispuesto a sacrificarse por tener la confianza del padre y ser honorable ante él. Y más adelante Judá va a cumplir literalmente con esta garantía y su padre va a bendecirlo aún más que a José y Benjamín.
Su padre no olvidaría lo noble de su hijo, y ¿qué hay de nosotros? ¿También como hijos nuestros padres pueden confiar plenamente en nosotros? ¿Acaso somos más tropiezo para los padres cuando ya estos están cansados, tal vez alguno anciano y entonces reciben más carga nuestra?
24 Mucho se alegrará el padre del justo,
Y el que engendra sabio se gozará con él.
Podemos ser hijos justos, hijos sabios, podemos alegrar el corazón de los padres y aún en tiempos difíciles podemos con ternura acercar a nuestros debilitados o cargados padres a los propósitos del Señor.
Judá un día va a ser reconocido por su padre Jacob, en el lecho de su muerte, por todo lo que hizo, por la firmeza de su caracter.
8 Judá, te alabarán tus hermanos;
Tu mano en la cerviz de tus enemigos;
Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
9 Cachorro de león, Judá;
De la presa subiste, hijo mío.
Se encorvó, se echó como león,
Así como león viejo: ¿quién lo despertará?
De Judá vendrá el Salvador Jesucristo.
Los padres con desordenados favoritismos familiares y débiles en la fe pueden afectar y poner en gran riesgo a sus familias. Los hijos que sean sensatos y sabios buscarán que sus padres encuentren el camino a la esperanza y restauración
Y por último el día de hoy:
No es tarde para volver a confiar en la Providencia divina. En tiempos de angustia podemos decir: ¡HÁGASE TU VOLUNTAD! El Señor es fiel a Sus propósitos y Su propósito es Cristo para nuestras vidas.
No es tarde para volver a confiar en la Providencia divina. En tiempos de angustia podemos decir: ¡HÁGASE TU VOLUNTAD! El Señor es fiel a Sus propósitos y Su propósito es Cristo para nuestras vidas.
Jacob sale de un momento de debilidad en su vida. Su refugio vuelve a ser nuevamente el Señor y la fe se manifiesta cuando está dispuesto a perder aún a sus hijos si esa es la voluntad del Señor. Aquel que esté dispuesto a perderlo todo esperando en el Señor, encontrará ganancia eterna y verdadera paz.
¿Por qué situaciones estás pasando? Seguro que por situaciones también difíciles en tu vida. Los momentos oscuros aparecerán muchas veces. Algunos vendrán en el trabajo, familia, estudios, salud, negocio, emprendimientos y muchos otros. Todo esto puede debilitar tu fe, pero si quieres pedir misericordia a Dios, puedes confiar en el Señor así como lo hizo Jacob.
17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.
Jacob dio el paso para ver la providencia divina. Pero lo principal de todo esto y lo principal de la historia de hoy es que JACOB estaba volviendo a alinearse con los propósitos de Dios para su familia y estos propósitos llevaban a CRISTO. El Salvador Jesucristo tendría que venir de la casa de Jacob y la hambruna y el viaje a Egipto era parte de este plan.
Los mismos propósitos que Dios tenía para la casa de Jacob, que era CRISTO el Salvador, también los tiene para nosotros. A veces las situaciones extremas o al límite nos pueden ayudar a ver nuestra necesidad, pero la realidad espiritual nuestra no debería depender de las turbulencias, sino de la esperanza de eternidad y salvación que hay en Jesucristo.
No es hasta que Jacob pide que se haga la voluntad del Señor que está listo para ver cómo Dios obrará y cómo serán partícipes de la salvación que vendrá por Cristo. Y no será hasta que nosotros también digamos al Señor que se haga su Voluntad y que entonces disfrutemos de los beneficios de salvación que trae Cristo a nuestras vidas. Vamos a orar.